placeres

Ahora me levanto en mitad de la noche, exactamente cada cuatro horas, como un reloj suizo. Pensaba que me costaría hacerlo, pero he descubierto que es una necesidad. No sé como puedo explicarlo para que lo entiendas. Verás, no es como cuando tienes muchas ganas de mear, ni tampoco es como follar. Es mejor que […]

renuncia encubierta

Deseas verte en todas las pupilas asombradas de la gente, en cada una de las personas con quien te cruzas. Ellas, por si mismas, son sólo un medio para un fin: jóvenes o maduras, altas como torres o aficionadas a la natación sincronizada, tanguistas acérrimas, amantes de la taxidermia o maníaco depresivas adictas a los […]

pasar página

En el minuto uno tú caminabas por una calle repleta de transeúntes en dirección contraria, una marea de carpetas de la universidad, niñas pintadas como muñecas, hombres con chaquetas de botones mal cosidos y gente que espera mientras se fume el último elixyr, a 1,50 la cajetilla. Entonces llegó la esquina de Santiago de Chile […]

Individualidad

Nunca aprendí a dormir acompañada. Por eso supone un alivio esta cama de noventa centímetros pegada a la pared. La solitud y la soledad, aunque hay quien lo dude, son cosas distintas; y el contacto forzoso es peor que soportar mis pies fríos como témpanos hasta el amanecer. No podría ni por un instante tolerar […]

pochoclos

– Me doy al comer compulsivo de pochoclos dulces, palomitas para los entendidos, atranca-gargantas para los que conocemos a fondo sus efectos secundarios. – La casera de mi pensión maneja una pirámide alimenticia en la que sólo caben las legumbres y puede que algo de pan de molde. Cualquier día bocata de garbanzos…. – Estudio […]

Cuerpos polares*

Se han cubierto de carámbanos aquellos sueños de infancia, con los nudillos erosionados por las inclemencias y esas ojeras del azul de una lengua glaciar marchitando la alegría de tus casi treinta años. Constelaciones de icebergs taimados atraviesan una mirada a la deriva y treme el suelo al sentir como se agrieta, desde lo más […]

señales

Ya instalada en mi pequeño búnker compostelano, con mis horarios de gallina clueca que se retira con el sol me voy haciendo a lo que serán unas semanas de rutinas y subrayados en exclusiva. Doy vueltas entre las cuatro paredes, estudiando cada imperfección de la pintura, alguna pequeña falla por la que pudiese colarse una […]