Secretos y churros
Por cosas de la vida una duerme cuatro horas y cuarto. Suena el despertador pronto, demasiado pronto para cualquiera y más para mí. Duchada y peinada sin abrir los ojos; desayuno unos agujeros de rosquilla, zumo de naranja exprimido como debe ser y un par de nueces que se me cruzan en un mal momento. […]