presentimiento

El presentimiento
es la sonda del alma
en el misterio.
Nariz del corazón,
que explora en la tiniebla
del tiempo.

Federico G. Lorca

Tuve cientos de sueños esta noche. Quizá porque me dormí después de cansarme de llorar y aunque fue algo sin dramatismos ni melodramas, sólo como alivio para el dolor de cabeza, como una forma de vaciar la olla a presión un poco, eso siempre afecta a las ensoñaciones. Ninguna fue una historia demasiado larga; todas ellas turbias, llenas de humo y ruído de gentes que chillan y se pelean. Todas menos la última.
Estaba sentada en un banco del jardín y trataba de alimentar pájaros con miga de pan que me sacaba a pellizcos del costado. Supongo todo eso tiene que ver con algo que siempre decía mi bisabuela, algo sobre que en nuestra familia estamos a medio cocer, y ella me decía «boliño branco» (bollito blanco) al oído, cosa que sonaba bien entonces, pero que quizá hoy no se tomaría como algo cariñoso.
Pues el caso es ese, estaba hecha de pan y esparcía mis pedazos por el césped, aunque pronto vi que no había ni un pájaro y yo estaba tiñendo de blanco todo el frontal de la casa. Me levantaba entonces y me volvía a casa.

Esta mañana al subir la persiana lo he visto todo blanco, aunque no fuese miga de pan lo que caía del cielo.